domingo, 22 de diciembre de 2013

Carlitos

Esto duele, y mucho. Profundamente.

Lo que estoy escribiendo requirió de muchos minutos de escribir con ira y dolor. Después de casi terminar y recapacitar me doy cuenta que nada vale plasmar esos sentimientos, porque nunca suma el transmitir el odio a los demás. El odio nunca ha resuelto nada para bien. Es hora de borrar y escribir todo otra vez.

Ahora solo quiero respirar y relajarme mientras acepto la realidad y envío mi mensaje.

Yo soy un ente que más que nada en la vida quiere llenarse de amor para entregar a los demás, que no quiere perder la sensibilidad porque es lo que éste mundo más necesita. Quiero ayudar a los demás y encontrar la felicidad que todos buscamos. Pero en momentos así me visita la impotencia, la tristeza, la furia, desprecio... y demás emociones que afectan mi alma. Y si eso soy yo, ni me imagino los demás.

Sé que no sirve de nada llorar por la leche derramada, ni recriminar a otros por los errores que han cometido, pero solo por saberlo no se va el dolor. El dolor de ellos, los afectados. Nosotros.

Ya solo queda mirar siete pies bajo tierra por un momento, derramar una lágrima de agradecimiento y mirar hacia adelante. Caminar y cargar con el recuerdo de una vida que, más que dar dolor por su partida, lo que hace es darle un alegre e intenso sentido a la vida.

Aprendemos a caminar dejando personas atrás, pero sin dejar de estar verdaderamente con ellas. Hacerlas parte de nosotros, y de la misma forma ser parte de ellas.

Es difícil decir adiós a quien todos los días le dábamos un hola.

Ya no se me ocurre nada más que escribir, solo llorar tu partida y con los que por ella se entristecen. Nos queda perdonar y esperar lo mejor. Mantener limpio el corazón.

Buenas noches, Carlitos. Te extrañaremos.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Microrrelato: Heartbreak and Heartbeat

Sí, título en inglés otra vez.




Lo que tenían terminó.
Un corazón salió roto, pero otro lo hizo renovado.

Uno perdió su razón para latir.

Ésta se había marchado.
Heartbreak.

El otro, por el contrario, encontró la suya.

Pero en otra parte.
Heartbeat.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Puzzles

Sí, el título de esta entrada está en inglés. Supérenlo.

Como la imagen dice implícitamente: cada uno lleva sus piezas a cuestas

Dicen por ahí que cada uno es un rompecabezas.
Yo difiero.

Creo que nosotros sí tenemos piezas, somos un conjunto de ellas, pero no somos un rompecabezas completo. Ni por más pequeño que sea. Algunos necesitamos más piezas, otros solo necesitan unas pocas para completarse, pero nadie por sí solo es uno completo.

Cada vez que estamos con una persona y nos involucramos con ésta nuestras piezas buscan su puesto. Las piezas caen todas en el suelo, como si un niño de seis años le hubiese dado la vuelta a la caja abierta; luego por sí solas empiezan a buscar su encaje y tratar de armarse. Muchas piezas encajan a la perfección, otras un poquito forzadas, pero encajan; otras por más que se intente no lo harán.

Al final queda un paisaje, completo o casi en su totalidad. Puede quedar también una pradera a la mitad, una flor, alguna casa de campo hecha de madera... todas éstas con piezas faltantes, claro está. Pero también puede quedar hecho una confusión de partes, en la que no se distingue bien la imagen. Una pena.

Normalmente todos tenemos alguna pieza que encaja con la de otro, pero no por eso todas sus piezas pueden completar nuestro rompecabezas. O quizás sí, quién sabe...

¿Sabes quién completa tu rompecabezas?

Cuatro meses, Toby

Hola, Toby.

Ya han pasado cuatro meses y seis días desde que te fuiste. Creí que había superado tu partida, pero al volver a leer las entradas que te escribí no pude evitar que cayesen las lágrimas. Más grande fue la fuerza de gravedad que halan mis sentimientos y provocan éste pesar.

Si tengo el rostro empapado ahora es porque mis palabras fueron sinceras, y verdaderamente expresaban todo lo que sentí... y siento. Quiero recordarte sin dolor, pero aún no es tiempo, aún no cicatriza la herida en mi corazón, aún no me he perdonado.

¿Te tratan bien allá? ¿Cómo son tus dueños? ¿Me esperas?
. . .
¿Me esperas?

Espero que sí. Te quiero, mano.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Microrrelato - Más triste aún

"Where can she be?", de Carlos Pillado


—¿Sabes qué es triste? —le preguntó él a ella — Que me amas, pero siempre piensas en él.
—¿Sabes qué es más triste? —le respondió ella — Que es cierto.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Balcones, primera parte


El reloj marcaba las once cincuenta y dos en la noche, y Alejandro no disfrutaba la velada con su familia. Era de extrañarse mucho, ya que siempre disfrutaba junto con sus padres y tíos escuchar esas historias y ocurrencias que sucedían en el campo hace unos 30 años, pero esa noche sentía una necesidad muy honda que le impedía poder hacerlo. Se levantó de su asiento en el comedor, pasó desapercibido frente a su familia y se asomó al balcón para ver la noche oscura cuyas estrellas estaban brillantes y relucientes, casi a la orden del día, irónicamente.

—Malditos bandoneones —se dijo para sus adentros mientras suspiraba. El bandoneón era uno de sus instrumentos favoritos, y para él era el más romántico. Antes de salir de su casa le habían dado ganas de escuchar algunas composiciones musicales con bandoneones por internet, de esas canciones que suelen escucharse en películas que buscan evocar un aire parisino de los años anteriores, cuando el romanticismo estaba en su cúspide. Grave error. La nostalgia que siempre le provocaba a Alejandro se le había enganchado y no lo dejó durante toda la noche.

Alejandro siempre decía lo siguiente: "Un bandoneón en pareja inspira un momento romántico, pero en soledad, solo puede crear nostalgia." Y así estaba él, sufriendo de una honda melancolía. Y la llevaba tan profunda que, luego de que eran esos instrumentos de viento los que le creaban ese sentimiento, ahora era éste el que le hacía creer que todavía escuchaba esos bandoneones a la distancia.

Una miserable escena de una película.

Un fuerte ruido, como de portazo, lo despertó con un salto de su estado aéreo. No se había dado cuenta que ya llevaba unos cinco minutos imaginando cosas mientras miraba fijamente una estrella, la más brillante esa noche. Dirigió su vista hacia donde provino el sonido y vio que venía desde la ventana del edificio de enfrente. Una joven estaba asomada escribiendo en su celular, cubierta casi por completo por su largo pelo. Ésta había abierto la ventana corrediza con mucha ira y se entregó a la soledad, como Alejandro, pero esta vez desahogando su molestia contra alguien en su teléfono.

—¿Esta niña quiere matarme de un susto o qué? —pensó él. Se la quedó mirando fijamente porque ahora le causaba curiosidad saber quién era ella. Sus largos y rizados cabellos, los cuales ahora reconoció castaños, bajaban de su cabeza hasta más allá del borde de la ventana, del cual ella estaba recostada con sus codos. Cuando terminó de escribir, levantó la vista y se arregló un poco más el pelo porque le molestaba. Recostó su mejilla en su mano mientras esperaba una respuesta de su celular. Alejandro hizo lo mismo, pero para esperar una de ella.

Mientras él la observaba, ella pasaba su vista por todos lados. Miraba su celular, luego subía su vista hasta el cielo nocturno, tardaba un momento, bajaba su vista hasta el estacionamiento y, en un instante en que miraría hacia los edificios de enfrente, lo vio a él. Mantuvieron la vista fija el uno al otro por un momento, como si estuviesen descifrándose: él tratando de adivinar lo que ella escribía por su teléfono, y ella intentando acertar en la razón por la que él se le quedaba mirando. A ella le gustó el estilo de camisa desabotonada por encima de una camiseta que él traía. A él le gustó sentir curiosidad al no poder reconocer el color de sus ojos por la distancia entre ellos. Durante ese corto periodo de tiempo ya ella no fruncía el ceño.

Una romántica escena de una película.

La interrumpe una vibración en el teléfono de la joven la cual, al leer su pantalla durante unos segundos, arruga la cara y vuelve a entrar a su aparente habitación. Esta vez es compasiva y deja la ventana abierta en vez de terminar de romperla cerrándola con otro arranque de ira.

—Bueno, fue lindo mientras duró —se volvió a decir Alejandro.

Esperó por unos minutos a ver si esa chica volvía a salir, sin éxito. Volvió a mirar fijamente aquella estrella, se despidió de ella con un suspiro y volvió a entrar en el apartamento. Recordó que esos momentos se acompañaban bien con vino.

martes, 12 de noviembre de 2013

Islas Canarias

Martes 12 de noviembre, 1572
Islas Canarias, Océano Atlántico

Bitácora del Capitán:

Después de un largo trayecto por fin hemos llegado a las Islas Canarias, específicamente a la isla La Palma. He venido a varias veces, pero sorprendentemente en esta ocasión se me ha hecho difícil llegar. No puedo culpar a las mareas, ya que han estado comportándose normalmente durante todo el viaje. Algo anda mal. Lo sé porque soy marino y mi vida está en el mar.

El cargamento que estamos llevando a España se mantiene en buenas condiciones ya que le estamos dando buenos cuidados. Las frutas de La Española son bastante buenas, y tienen unos tubérculos que me fascinan. Ya era hora de que España pudiese suplirse de algo que valga la pena. Lástima que eso cueste la sangre y el trabajo de tantos inocentes esclavos. Creo que soy uno de los únicos capitanes que no acepta la trata de esclavos en su navío, y me siento muy orgulloso de ello.
... solo espero que no nos apresen por presunta "rebeldía".

Tardaremos unos pocos días mientras nos damos un último abastecimiento de provisiones para el viaje de vuelta a España. Aprovecharé para salir y saludar a un viejo amigo, Jaques Damián Estévez. Es español, pero tiene un nombre francés porque su padre admira mucho a su país vecino, Francia. Es un obsesionado con su cultura y su historia, más que con la de su propio país. A lo mejor fue por esa razón que aprovechó las ganancias que había acumulado su familia con la caña de azúcar muchos años atrás y se dedicó a la producción de vino, el cual Francia produce con bastante calidad.

Cada vez que voy Jaques me recibe, me da hospedaje y me regala siempre varias botellas de sus mejores cosechas. Siempre las acepto pero tengo cuidado con ellas, soy muy débil contra el vino y me alcoholizo deprisa. Pero no llego nunca con las manos vacías. En esta ocasión le traigo varias plantas de yuca que me traje de La Española. Tiene que ser un fruto muy exótico aquí, y le alegrará mucho ser capaz de poderlo seguir produciendo él mismo. Quisiera poderlo traer en uno de mis largos viajes, los cuales estoy seguro que con su presencia serán, a mi percepción, bastante cortos.

¡Pero venga...! Ya he llenado esta bitácora de guarradas. Ya es tiempo de desembarcar y buscar esas plantas que le llevaré a Jaques. Tengo unos guantes de seda por ahí guardados también, pero dudo que pueda darlos a cierta gitana. Casi ninguna abandona sus tierras para adentrarse al mar. Lástima que yo pertenezca al agua salada.

.-Capitán Jorge A.-.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Verdad y Tiempo

Altas presiones y bajos ánimos. Circunstancias opuestas y sentimientos encontrados. Metas conquistadas, pero paz inalcanzable.

Al final la verdad, única amiga del tiempo. Única, porque es la única capaz de seguir su paso, y nunca perecer ante éste.

Hasta el tiempo no podría soportar una eternidad en soledad, caminando sola y dejándolo todo atrás.

Tiempo y verdad caminan juntas porque tienen un mismo fin, una misma meta, una misma dirección.


Siguen andando de la mano porque nunca tuvieron que tomar direcciones opuestas. Y ahí van, de camino a la eternidad.

Mientras tanto yo, que no los tengo totalmente a ninguno de los dos, solo puedo andar tras ellos y aprender de su ejemplo en mi propio caminar.

Y debo decir, con un poco de celos en mis palabras, que la verdad y el tiempo hacen una muy bonita pareja.

lunes, 21 de octubre de 2013

Boomerangs

No voy a quemar estas palabras,
ni siquiera a fuego lento,
porque no vale la pena esparcirlas al viento,
no sea que su esencia contamine más inocentes.

Estas palabras van para ti:

"Las cosas malas vuelven como un boomerang, ¿sabes?
¿Qué harás tú,
niña de ojos encontrados
y mente perdida,
cuando todos esos vuelvan a ti?

Y no me preocupa si te dolerán,
porque sé que ya no sientes.

Ya no eres princesa para contar con lacayos."


(Editado a la 1:20pm de la misma fecha, gracias a Denisse Casado) 

sábado, 12 de octubre de 2013

Fábula

Una vez leí una fábula de cómo unas gallinas insultaban y hacían daño a un pequeño cordero en una granja. Lo hacían sentir mal y lo hacían llorar, sin motivo alguno. Luego vino un perro y defendió al corderito, e hizo entrar en razón a las gallinas, haciéndoles saber que eso estaba mal.

La fábula tuvo una muy linda y buena moraleja, pero la deseché al instante. ¿Para qué tomarla, si los animales no hablan? No tiene sentido.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Canción: Amor de Conuco

—Dime si me va' quere', soy hombre de poco habla', Consuelo. No tengo na' que ofrecé': un conuco, un gallo y un lucero; y la Luna en la mañana que entra por mi ventana, cielo; y lo' río' y la montaña y el viento que peina tu pelo... Yo quisiera ofrece'te el mundo y no puedo.

—Na' me tiene' que ofrece', tú mirada e' lo único que quiero. Dormiremo' cuando el día se acue'te encima del potrero. Y lo' grillo' harán su canto, entre yerba y pasto soñaremos. Y de tanto amor tu cuerpo hará de mi vientre lo que espero... un retrato de tu cariño. Te quiero.

Juan Luis Guerra y 440 - Amor de Conuco

La nueva sensación: Francesca

"¡Ánimo, ánimo, ánimo!"

Advertencia: Esta entrada puede contener mucha deficiencia de ánimo.

Estamos ante un gran acontecimiento en el mundo de la música, y más aún en las redes, en donde nos han saturado hasta el colmo con videos y bromas de la nueva sensación de la bachata: Francesca, La Voz del Futuro.

Es increíble, y en serio escribo increíble, los montones de chistes, respuestas, burlas y críticas a esta chica que quiere insertarse en el mercado de la música, o cumplir su sueño de ser una cantante. Claro está, el video no cuenta con la suficiente profesionalidad para ser viralizada de la manera en que se está haciendo, además de que la letra es... bueno, no muy afín al género en verdad.

Pero pensemos un momento en lo que estamos haciendo: estamos cometiendo un verdadero acto de abuso, puro y genuino. Esa misma cosa que en EE. UU. denominan bullying. A muy pocas personas les interesa saber que Francesca es una niña de 13 años, que sabe tocar la guitarra y quiere ser cantante. Que es hija de un padre italiano y una madre dominicana, y que desea ser artista. Muy chulo cuando vemos el video y oímos la canción y nos burlamos, ¿pero nos cuestionamos por dicha acción? ¿Acaso eso nos hace mejores personas?

A mí, personalmente, no me gustó el video y la letra no es algo que valga la pena incluir en una bachata (conste, que Francesca tiene otra bachata llamada Luna que sí es mucho más pasable). Pero no es razón suficiente —y dudo que hayan siquiera— para que ella sea víctima de burlas, amenazas y comentarios degradantes y ofensivos. Digo yo... dudo que haya sido ella la que filmó, editó, realizó contactos, consiguió equipo, etc., para realizar toda esa producción. Nos hemos convertido en cazadores, en vez de correctores. Cuando algo no está bien, ¿debemos corregir o aplicar la burla?

El dominicano, de por sí, tiene la capacidad de tomar todo lo que acontece a su alrededor y transformarlo en comedia para aliviar la carga que lleva consigo y que llevan también los demás. Es parte de lo que somos y de lo que nos hace alegres. Pero esta definitivamente no es la forma. Si alguien debería ser motivo de crítica son los realizadores del video, y tal vez ni así.

No está mal que se bromee con eso, pero de ahí a destruirle sus esperanzas a una niña puede haber una fina línea.

¿Quién sabe si sus padres están haciendo todo lo que está a su alcance para hacer realidad el sueño de su hija? ¿Quién sabe si las cosas no resultaron como ellos realmente esperaban? ¿Alguna vez se han pensado eso?

Situaciones como estas me hacen recordar lo detestable que es la burla. Si creen que con canciones como esa no progresamos, dudo mucho más que con estas actitudes podamos avanzar más.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Lo que pensará de él

Ya pasó. Lo hecho, hecho está.
Lo malo no era que el hecho no podía cambiar,
sino que lo que ella pensara de él, sí.

No cambió su mirar, ni su sonrisa.
No cambió su humor ni sus caricias.
¿Cambió su querer, cambió su parecer?
¿Él solo tropezó, o lo echó todo a perder?

Sus besos decían que no,
sus manos insinuaban que todo seguía igual.
Él sabe que él cambió.
Pero no era su intención.
Tal vez parcial, pero no total.
Ni modo, cualquiera puede fallar.
Cualquiera puede tropezar.
No es tan sencillo querer amar.
Mucho menos si las cosas pueden salir mal.

Él sabe que no es fácil seguir siendo un niño.
Un niño ante sus ojos.
Un niño bueno.
Solo quiere saber si ella lo sabe.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Lo que esperan

¿Qué espera el mundo de mí?

Espera que "sea alguien en la vida", aunque su definición de "ser alguien" se limita al afán y la constante competencia, a veces despiadada, de hacer cosas para yo tener más y el otro menos. Ser alguien a costa de que el otro no lo sea. Espera que sea esclavo del sistema y me insensibilice con todas las desgracias que ocurren hoy día. Más cosas malas que buenas nos son bombardeadas, sin darle oportunidad a la esperanza para que pueda nutrirse.

Espera que no pierda mi tiempo llenando páginas en mi diario con las experiencias buenas y malas que me moldean y me enseñan cada día, sino que me ofusque y me estrese por llenar mi Currículum hasta más no poder... literalmente. "Porque no podemos quedarnos detrás." Porque no queremos ser pisoteados y comandados por aquellos que una vez fueron nuestros compañeros de clase, nuestros amigos, nuestros hermanos. Porque debemos estar al tope, en la cima, por encima de todos. Nos hacen depredadores de nuestra propia raza. Como dice Juan Luís Guerra en su canción Rompiendo Fuentes: "En un mundo donde los vivos son sobrevivientes."

Espera que tenga enemigos, que me meta en la cabeza que no puedo ser amigo de todo el mundo. Y aunque fuese cierto, ¿por qué no tratar? No tengo que negarme a mí mismo para lograrlo. Espera que busque mi bienestar personal por encima del bienestar común, cegándone y no permitiéndone ver que el bienestar común es, en sí, para mi bienestar personal.

Espera que desprecie al que tengo enfrente para sentirme bien conmigo mismo o para encajar y sentirme perteneciente de un círculo. Usar uno de los artes más antiguos de la humanidad: el arte de rebajar al otro para sentirme por encima de él. "No mejores tu forma de pensar o sentir, mejor mejora tu crítica o tu burla." Discriminar al hombre de raza negra y creerlo inferior, o rechazar al blanco porque no podemos perdonar lo que su raza ha cometido antes. Alejar al pobre porque hay un sinnúmero de prejuicios alrededor del no pudiente, o tildar al opuesto de ladrón y corrupto, pudiendo éste ser honesto y merecedor del pan que recibe cada día. Rechazar, insultar y burlarse de la creencia del prójimo, ignorando que eso es parte de lo que es, o sellar la frente del no creyente y sentenciarlo eternamente, sin potestad alguna.

Espera que absorba todo lo que tiene para ofrecer. Espera que me llene de la basura que tienen para ofrecer los medios televisivos. Espera que siga tendencias sin sentido que pintan ser lo bueno y grato de la vida, siendo éstas, de forma invisible, las razones por la cual muchas veces se termina más deprisa. Comer hasta más no poder, la necesidad de que todo sea "para ayer", las borracheras, insertar sustancias dañinas a mi cuerpo, dormir poco o a deshora, gozar sin cesar, el último grito de la moda (el cual, lamentablemente, nunca es el último), las tecnologías de punta (los cuales hoy día buscan hacerte comprar lo que no necesitas), entre otras cosas. Llenarme de vacíos.

Claro, no todo en el mundo es malo, pero esto es lo que veo a diario. Es lo que vivo a diario.

¿Qué espera Dios de mí?

Que lo ame, y ame al prójimo como a mí mismo.

Que si tropiezo y caigo, me levante. Y que no lo piense dos veces en ayudar al que también cayó. Que crea en la justicia y la esperanza. Que no tema, sino que me esfuerce y sea valiente. Que haga lo bueno, y si alguien nos hace mal y se arrepiente, perdonemos. Ser mejor cada día. Es todo.

Todos tenemos defectos, pero también virtudes, y entre ellas está la capacidad de amar. Ame al que está a su lado, o al menos quiéralo y entiéndalo, y si todos hacemos eso las cosas cambiarán a mejor.
Un abrazo.

domingo, 25 de agosto de 2013

Ya se cumple un mes

Hola, Toby.

Hoy se cumple un mes desde que te fuiste, o desde que te llevaron. Si es el último, entonces es mejor decir desde que te hicieron el favor de llevarte. Treinta días pasan deprisa, y mucho más en estos tiempos donde ni siquiera tenemos tiempo para pensar en el tiempo. No, no valga la redundancia.

Supongo que si pudiste ya has tenido tiempo para pensar, y no espero que hayas pensado en mí, pero sí espero que hayas pensado en perdonarme; vuelvo y repito, si puedes. Aunque no dudo que puedas, eres mejor persona de lo que yo lo he sido.

No sé qué plan tenga Dios con los animales, pero sin duda fue grato tenerte junto a mí, aunque yo no lo supe apreciar. Pero no importa mucho lo que ya pasó, solo importan las lecciones que las experiencias nos van dejando.

¿Cómo estás, Toby? Espero que bien. Sé que estás mejor, al menos.
Te sigo extrañando.

domingo, 18 de agosto de 2013

Antes y Ahora

Domingo 18 de agosto, 1572
Camino a las Islas Canarias, Océano Atlántico

Bitácora del Capitán:

Sí, lo sé. Soy el Capitán más irresponsable por haber perdido casi dos meses de Bitácora de este barco. ¿Y qué van a hacer? ¿Juzgarme? He estado ocupado, navegar no es fácil y ustedes lo saben. Aún así no me quito la falta de no haberlo hecho. Mis disculpas a quienes estén leyendo.

Para actualizarlos sobre los últimos acontecimientos daré este breve resumen:
-El ancla pudo ser sacada sin repercusiones.
-Fuimos a un puerto de La Española a abastecernos.
-Vendimos pescado y tenemos algo de dinero.
-Estamos de camino a España para llevar un cargamento de plantas y frutas.

He meditado mucho estos días. He llegado a la conclusión de que como capitán cumplo mis labores básicas, pero solo me limito a cumplirlas y no ir más allá. Recuerdo que en mis días de infancia cuando mi padre y yo navegábamos en su barco, yo era todo un tripulante. Seguía las órdenes de mi padre al pie de la letra, y me gustaba tanto sentirme parte del barco que cumplía las tareas que se me asignaban y realizaba otras que no. Me gustaba sentirme dueño del barco, y saber que éste estaba reluciente y en óptimas condiciones. Sentí que era dueño del mejor barco del mundo.

Ahora las cosas son diferentes. Pongo solo el empeño necesario para hacer lo que debo, y mi barco no está tan reluciente como recuerdo que dejaba el de mi padre cuando pequeño (bueno, lo imaginaba bastante limpio, y éste lo está, así que a lo mejor estoy exagerando; mis tripulantes lo limpian bastante bien).

Uno puede pensar que antes las cosas eran mejores. Pero la mayor parte del tiempo somos nosotros los que éramos mejores.

¿Les había dicho que íbamos de camino a España? Pues sí, vamos de camino a España. Odio España. Sé que es donde están mis raíces, pero no porque de allí vengo quiere decir que sea bueno. Digo, es una sociedad muy acelerada y muy dada a las emociones, los impulsos y demás, en vez de organizarse y procurar hacer las cosas bien. No me gusta la tierra en donde están sentadas mis raíces, pero no la niego; es algo que me enseñó mi padre desde pequeño. Soy de España, pero no trago 12 uvas en año nuevo. Aún así hay muchas cosas que admiro de ella: es muy cultural, ha dado muy buenos escritores, pintores y la comida es excelente. Si no fuese por la paella...

Ya estoy deseoso por llegar y llevarle obsequios a mis padres y mi hermana, los cuales amo desde lo más profundo de mi corazón. Más profundamente de lo que pueden ser los océanos. Cuando llegue espero probar el rico té de mamá, charlar con mi papá, caminar por la ciudad con mi hermana y, quién sabe, tal vez comprar unos guantes de seda. Uno nunca sabe a quién se los pueda regalar.

.-Capitán Jorge A.-.

viernes, 26 de julio de 2013

Bobbisky

Me mostraste amor incondicional y fuiste mi amigo. Mostraste verdaderamente ser el mejor amigo del hombre, aunque yo no fui, lamentablemente, ese amigo que necesitabas. Me duele no haberte podido atender a tiempo, muchas veces haber tenido que darte la comida por obligación o solo por sentir el deber cumplido, por muchas veces haberte mirado con desprecio, por no haber visto más allá.

Ahora no hay vuelta atrás. Te fuiste. No sé si intentaste decirme adiós esta mañana, o solo alcanzar más deprisa ese desayuno, pero no acepté tu hocico cerca de mi cara. Me arrepiento de eso, y cada lágrima lo dice a gritos.

A la verdad que duele más ser amado sin amar.

Mostraste tener más corazón que yo, porque yo casi no lo tuve. No me malentiendas, yo te quise; pero no más de lo que me quisiste a mí.

Coño, loco. Perdón, y gracias. Te extrañaré.

Descansa.

martes, 23 de julio de 2013

Tiempo limitado



Fiestas de fin de periodo universitario, las esperanzas de Alejandro. No era un joven muy fiestero, pero le gustaba estar entre amigos y divertirse. La razón por la que no le gustaban las fiestas con motivo de fin de periodo eran bastante comprensibles: la música era muy alta como para hablar, demasiado alcohol moviéndose, a veces el olor a cigarrillo era demasiado intenso, caminar entre tanta gente saltando y bailando era una odisea, en el establecimiento la iluminación era mínima... Lo bueno era que, de una forma u otra, lograba pasar un buen rato con sus compañeros. Se las apañaba el muchacho.

¿Acaso había dicho al inicio que esas fiestas eran las esperanzas de Alejandro? Pues sí, lo eran. ¿Saben por qué? Porque Alejandro está soltero. No es que esté desesperado por tener novia, pero sabe que si puede aparecer la oportunidad de encontrar a una chica que le guste no hay razón para perderla. Sabe que en esas fiestas es mucho más probable encontrar chicas que sentado en su casa haciendo nada en el internet, y se arrima al tumulto nocturno. Las posibilidades siempre están ahí, ¿no?

Mientras se escurría entre la gran masa, activa y algo sudorosa que estaba fajá' bailando y brincando, Alejandro llegó a la barra donde se expedían las bebidas. Sus amigos todavía no habían llegado del restaurante de comida rápida que estaba cerca del local en el cual estaban cenando. Estaban claros que no podían consumir alcohol sin antes tener algo en el estómago, por lo menos. Al sentarse pidió al que atendía la barra que le sirviera una piña colada. Éste último se sorprendió, ya que durante toda la noche se la había pasado sirviendo tragos fuertes, y era la primera vez en la noche que alguien le pedía algo ligero. Cuando Alejandro tomaba piña colada se relajaba porque se imaginaba o sentía que estaba en un resort, ya que era lo que siempre pedía en esos lugares.

Cuando estaba a mitad de su trago, la vio. Abrió los ojos de repente y dejó caer el sorbete que estaba succionando hace un momento en la copa. Era una chica con un semblante hermoso y un cuerpo esbelto, con pelo largo, castaño oscuro, nariz fina, unos ojos acaramelados y unas pestañas que los complementaban de una forma que llamaban a clavar la vista en ellos por horas. Esta muñeca se sentó a su lado para beberse un trago al igual que él... ella tragó Cuba Libre, pero él solo tragó saliva.

—Vaya que es linda esta chica— se dijo para sus adentros —, pero dudo que yo sea su tipo. Solo hay que mirarla para darse cuenta: mira qué lindo pelo, qué lindos ojos, qué linda sonrisa, qué cuerpo tan elegante... y yo aquí, con camisita y jeans, todo común y corriente... y cuidao'. Y mira cómo se sienta, la forma en que cruza las piernas, uff... ¿Soy yo o hace calor en mi mente?

La chica iba vestida de forma decente: llevaba una blusa negra que dejaba ver un poco los hombros, un pantalón blanco no muy ajustado pero que permitía dejar ver que ella tiene unas piernas de categoría, y llevaba unos tacones no muy altos, pero que le daban cierto aire de elegancia y la hacía ver más llamativa a la vista. No se hacía vender por los ojos a los hombres, como muchas chicas hacen en esas fiestas, pero por su belleza era casi seguro que se la llevaba el mejor postor de la subasta.

—Necesito otra piña colada —pensó Alejandro—. No, no es otra piña colada lo que necesitas en este momento. Lo que necesitas es coraje para hablarle, mucha valentía y confianza en ti mismo. Aunque, pensándolo bien, esa piña colada me dejó con las ganas de otra y tengo la boca hecha agua. Siempre es bueno tener un trago en la mano para este tipo de cosas, ¿no?

Alejandro se volteó para pedir otra piña colada. Al sentir que estaba mucho más fría que el último sorbo que le dio a la primera copa se tranquilizó un poco más y volvió a dirigir su mirada hacia la chica. Volvió a hablar consigo mismo:

—Bien, antes de lanzarnos hacia nuestra presa hay que estudiarla. Está sola, se ha concentrado solo en su bebida y casi no ha mirado a la pista de baile. Eso es bueno, por lo que puedo asumir que no es muy entregada al baile, y me conviene, ya que soy 'pies izquierdos'. Se ve que es una joven inteligente, y por como escuché que habla y se expresa cuando pedía su trago al "bartender" puedo asumir también que es una muchacha decente. No es muy alta, por lo que mis chistes de chicas bajitas están a la orden del día. Punto a favor.

Tengo la incertidumbre de si es una muchacha que lee o no, ya que a simple vista no es tan fácil de identificar. Conozco mujeres que no paran de fiesta en fiesta, hacen y deshacen, pero son muy leídas; y también conozco muchachas decentes y tranquilas que no leen ni el librito Nacho si se lo ponen en frente. Ironías de la vida.

Asumiré que es una muchacha que lee, solo porque confío en que no puede ser que una chica que se ve casi tan perfecta como ella no aprecie la lectura. No me gustaría que fuese así, y no la quiero imaginar de esa forma. ¿Qué más puedo usar a mi favor? Bueno, pidió un Cuba Libre, una bebida relativamente ligera. Aunque leí por ahí que las bebidas mezcladas potenciaban el efecto del alcohol. Hey... ¡ese puede ser un tema de conversación! Genial, vamos progresando.

Está bien, digamos que los temas pueden salir por sí solos... ¿cómo podría yo iniciar la conversación? A ver, no me acercaría hasta ella y decirle "Hola, bebé", porque fuera estúpido y cliché. Tampoco me acercaría para decir "queloqué, menoL", porque no sería apropiado para el nivel que ella muestra tener. Aunque podría llegar con un jocoso "quelokentucky" para romper el hielo y hacerla reír. Si algo me ha mostrado la experiencia es que hacer reír a una chica es importante si quieres empezarle a gustar. Podría entrar con un chiste desafinado también, algo como... "Cuidado si se te cae algo de esa bebida en tu pantalón blanco. Dudo que incluso un Cuba Libre te libre de tu mamá". Soy todo un comediante.

Tenía todo un plan más o menos elaborado. Era justo, ya que durante los últimos 13 minutos desde que la vio se la había pasado maquinando dicho plan. Lo que haría es: entrar con un chiste para romper el hielo, hablarle de un tema o dos de interés, conocerse un poco e intercambiar teléfonos. No quería alcanzar un gran logro esa misma noche, pero quería por lo menos romper con la timidez de hablarle a las mujeres, el cual siempre lo había atacado. Alejandro era todo un caso.

Cuando se armó de valor y coraje para levantarse y acercarse a ella, en ese instante llega un compañero de universidad que le llevaba un año de carrera y le dijo a la chica: "Vamos, que ya es hora de irnos." Ella se levantó, pero respondió: "no he encontrado a nadie interesante con quien hablar todavía.". Él le respondió: "en la próxima fiesta aparecerá, vamos." Dicho esto, se fueron, dejando solo y de pie a Alejandro.

Alejandro, con el sabor amargo que traía la derrota y la pérdida de la estima, busca aliviar su pena de la forma que conoce:

—¡Señor, otra piña colada, por favor!

viernes, 19 de julio de 2013

Una reseña que me llegó al corazón

Anoche estuve viendo con mami la película de Ratatouille (película que me encantó, igual que todas las películas de Disney y Pixar) y me llamó la atención nuevamente la crítica de Anton Ego luego de que conoció el secreto de Linguini. En esta ocasión la escuché atentamente palabra por palabra, y es emocionante ver cómo admitió que a veces el crítico saca ventaja de la burla, pero que su verdadero deber tiene que ser ayudar a los nuevos talentos y reconocer su trabajo.

Aquí el video con su reseña hasta el minuto 2:37



Y aquí su reseña escrita:

“La vida de un crítico es sencilla en muchos aspectos. Arriesgamos poco y tenemos poder sobre aquellos que ofrecen su trabajo y su servicio a nuestro juicio. Prosperamos con las críticas negativas, divertidas de escribir y de leer; pero la triste verdad que debemos afrontar, es que en el gran orden de las cosas, cualquier basura tiene más significado que lo que deja ver nuestra crítica.
Pero en ocasiones el crítico sí se arriesga cada vez que descubre y defiende algo nuevo. El mundo suele ser cruel con el nuevo talento. Las nuevas creaciones, lo nuevo, necesita amigos.
Anoche experimenté algo nuevo, una extraordinaria cena de una fuente singular e inesperada. Decir solo que la comida y su creador han desafiado mis prejuicios sobre la buena cocina subestimaría la realidad: me han tocado en lo más profundo.
En el pasado, jamás oculté mi desdén por el famoso lema del Chef Gusteau: “Cualquiera puede cocinar”. Pero al fin me doy cuenta de lo que quiso decir en realidad. No cualquiera puede convertirse en un gran artista, pero un gran artista puede provenir de cualquier lado.

Es difícil imaginar un origen más humilde que el del genio que ahora cocina en el restaurante Gusteau´s, y quien, en opinión de este crítico, es nada menos que el mejor chef de Francia. Pronto volveré a Gusteau´s, hambriento."

1 Corintios 1:27
(...)sino que lo necio del mundo escogió Dios,
 para avergonzar a los sabios;
 y lo débil del mundo escogió Dios,
 para avergonzar a lo fuerte;

martes, 9 de julio de 2013

Yo y mi espejo

Esta noche estaba en ganas de hablar con mi espejo. Sí, con mi espejo.

Me paré frente a él con una franela puesta y me quedé mirando fijamente a mi reflejo. Lo miré tanto que se hartó y me preguntó: "¿Qué es lo que tanto me miras?"  Le dije que lo miraba a él, porque tal vez meditando junto a su ser podría encontrar varias respuestas a las preguntas que tenía de mí mismo. Me dijo:

No estoy aquí para darte respuestas, amigo. Puedo verme como tú y actuar como tú, pero no soy tú, y nada de lo que yo haga influirá en tu vida. Estoy acostumbrado a que la gente venga hacia mí en busca de una respuesta, de una solución a sus problemas, como si yo fuese adivino. Pero adivina qué: los reflejos no tenemos más poder que el de la simple mímica. Yo no soy tu introspección, no soy tu consciencia ni tu inconsciencia, ni siquiera soy mucho más de lo que tu sombra puede llegar a ser. Soy un espejo, loco.

Pero pensé que podrías responder---

¿Tus dudas sobre ti? ¿Tus inseguridades? ¿Decirte lo que debes hacer para salir de tus problemas? Bájese de esa guagua, que usted no va. Tú, más que nadie a tu alrededor, sabes lo mal que estás llevando las cosas. Por eso estás aquí frente a mí, esperando que un ser que nunca te ha dado consejo te dé guianza o te dé una orden, qué sé yo. ¿Has visto cómo has estado llevando tu vida hasta ahora? ¿Has dado prioridad a aquellas cosas que realmente importan? ¿Has levantado, al menos, tu vista para ver lo que hay más adelante? Dígole yo... Tienes suficiente tiempo para verme en el espejo en vez de ver lo que estás haciendo y lo que estás construyendo con eso.

¿A quién saliste tan hiriente?

Copié del mejor.

...... Touché.

Mano', muy bien lo sabes: "cosechas lo que siembras". A veces no hay mejor maestro que el presente, porque es el fruto de tu pasado. Sé que no te gusta donde estás ahora, lo puedo ver en tu rostro y lo siento en el mío. Si algo puedo decirte es que algo estás haciendo mal, o algo no estás haciendo del todo. Medita en lo que has hecho hasta ahora y en lo que has conseguido con tus acciones. Reflexiona en lo que has dejado de hacer, o en lo que nunca has hecho, y a lo que eso te ha llevado. Sé que no eres perfecto, pero las imperfecciones no son excusa para llegar a tu meta. Ánimo, bro.

Creí que no me ibas a dar respuestas.

No te daré las respuestas —dijo mi reflejo mientras empezó a sonreír—, pero estoy aquí para ayudarte a conseguirlas.

lunes, 24 de junio de 2013

Anclado

Lunes 24 de junio, 1572
En algún lugar del Caribe, 102 km al sureste de La Española

Bitácora del Capitán:

"—¡SUBAN LAS VELAS! —, gritó el capitán. Y el primer piso se quedó sin luz."

Con este chiste inicié la jornada de hoy esta mañana en el barco. Muy pocas veces había visto a mis tripulantes reírse tanto, y mucho menos en estado de sobriedad. Admito que me gusta creer que soy buen capitán, pero me gusta muchísimo más cuando es mi tripulación que me lo recuerda cada vez que puede. A la verdad que son pocas las emociones más lindas que el sentir que reconocen tu trabajo, y que te digan que lo haces bien.

Durante el transcurso del día todo anduvo bien. Echamos anclas y nos mantuvimos estáticos junto a una mancha de peces bastante prominente, la cual aprovechamos para reabastecernos de alimentos por medio de la pesca. "El pescado es bueno para el cerebro", dicen los más experimentados en el mar; y tener la cabeza en su sitio es bien importante ya que cualquiera puede enloquecer aquí. Luego de capturar una cantidad considerable de peces y asegurarnos de poder conservarlos todos decidimos marcharnos. Pero no pudimos.

Una de las anclas quedó encallada en el fondo marino, imposibilitando la partida. Esto es peligrosísimo, debido a que si nos atrapa una tormenta en este estado nos embestirá con más fuerza de la que podremos soportar. Por ahora las aguas están mansas, pero el mar nunca ha sido de fiar, y nunca lo será. Desde ya hace unas horas tenemos una idea de la posición en la que se encuentra el ancla enganchada en una cadena rocosa que hay en el fondo, y si es como pensamos no será un trabajo fácil el sacarlo. Mi primera oficial y yo estuvimos discutiendo estrategias para poder lograrlo, y esperamos poder hacerlo pronto, ya que las aguas del Caribe son muy turbulentas en estas fechas.

Sí, tengo un primer oficial mujer. Es exageradamente extraño encontrar un navío con un primer oficial mujer a bordo, y éste es uno. Nos conocemos desde hace mucho tiempo y es la persona más confiable que conozco. Estoy orgulloso de tenerla a bordo conmigo.

Ya está por caer la tarde y todavía no hemos podido hacer nada por desencallar el ancla, pero al menos tenemos la seguridad de que en lo que resta de día no habrán climas adversos. Podremos cenar pescado con tranquilidad... al menos por ahora.

.-Capitán Jorge A.-.

miércoles, 19 de junio de 2013

Transporte Público

*Lean esto como la introducción de Avatar, la leyenda de Aang.*

Este es Juan Hubieres y su barba milenaria. Según dice la leyenda
es uno de los primeros Maestros Barba del país.

"Carros personales... Motores... Bicicletas... Gente a pie... Hace muchos años estos métodos de transporte vivían en armonía. Pero todo cambió cuando la nación del Transporte Público atacó.

Solo Juan Hubieres, maestro del Transporte Público, podía organizarlo. Pero cuando el PLD más lo necesitaba... desapareció. (Bueno, realmente se hizo el loco, pero ustedes entienden)"

Este país es un teatro. Mucha gente dice que es una comedia, otras dicen que es una tragedia; personalmente creo que son ambas. Aunque muchos no lo saben República Dominicana es uno de los países que peores conductores tiene, o peor seguridad vial. La prueba: Click aquí.

Es increíble el sistema de transporte público en este país, y no lo digo solo por el estado de los vehículos en los que nos transportamos, sino también por las cosas que se ven a diario y con las que tenemos que lidiar. Dependiendo del medio por el que nos movamos enfrentaremos diferentes dificultades. He aquí mostraré solo algunas que conozco:

CARROS PÚBLICOS ( NOMBRE CLAVE: SARDINA EN LATA )
"Móntese ahí, mi doña."

Conocido medio de transporte público y el primero que llegué a conocer... creo. Consiste en un carrito viejo del año 90 para abajo donde por obligación del chofer hay capacidad mínima de seis personas. Si por alguna razón una persona debe ocupar más del espacio que le corresponde el chofer le cobrará el espacio extra que toma. La distribución es la siguiente: cuatro pasajeros en el asiento de atrás y dos pasajeros en el asiento del copiloto. 

Consejo: si usted no es flaco como yo, no le recomiendo sentarse en el tercer asiento (de izquierda a derecha). Este pasajero, para poder llenar el vehículo, se ve en la obligación se sentarse en el borde del asiento echando la 'nalga' para alante con las piernas dirigidas hacia la abertura entre los dos asientos delanteros. Si es el más flaco lo ideal es sentarse ahí por la comodidad de los demás pasajeros. Se lo agradecerán.

El hecho de estar en contacto físico en esta situación de 'apretaje' puede ser un riesgo. Nos exponemos a encontrarnos con personas que acaban de terminar de hacer alguna labor física o que tengan alguna condición especial que les haya provocado sudar o tener un olor no tan agradable a nosotros. Debemos dar el respeto que merece cada persona y mantener una actitud de empatía para mantener la convivencia. También nos podemos tocar con conversaciones que no sean de nuestro agrado, a veces ni lo son en lo absoluto. Si es posible podemos pedir que se cambie el tema porque no resulta muy agradable. No tenemos nada que perder, ¿no?

Consejo: Si usted se va a quedar no muy lejos de donde lo recogieron, trate de tomar el último asiento (de izquierda a derecha). Así no tendrán que desmontarse los demás pasajeros y se perderá menos tiempo. Ganan todos.


LAS VOLADORAS ( NOMBRE CLAVE: VOLADORA.RAR )

"¡Vamo' Duarte derecho con tu real dembow del cotice a tó' lo que da'!"

Medio de transporte con mayor capacidad de pasajeros, pero con la misma finalidad: apretarlos a todos en el menor espacio posible. Es tan así que cuando está MUY llena se aprovecha el espacio que deja la puerta abierta para que vayan dos o tres pasajeros más de pie (ver pana con 'poloché' azul en la foto) arriesgándolo todo (su vida, sus familias, sus empleos, su swagger) por poder llegar a tiempo a sus destinos. Todo un ejemplo de valentía y coraje. Más aún porque esa voladora a veces va a tó' lo que da.

Consejo: Esto es simple: no se vaya parado en la puerta. Cuídese de que le pase algo, porque los accidentes pasan. No es por ser pesimista, pero a veces es mejor no tomar riesgos.

Se aplican las mismas situaciones incómodas que en el carro público, pero hay algo muy característico de este medio de transporte: la forma de cobrar el pasaje. Sucede que muchas veces el chofer se ve en la situación en la que está solo a la hora de recolectar el dinero, y no puede detener el vehículo para hacerlo y distraerse del volante, por lo que se ve en la obligación de confiar en sus pasajeros. Cada uno sabe lo que le toca, y entre ellos comienzan a juntarlo, intercambiarlo, darse el cambio y pasarlo hacia adelante, donde se encuentra el chofer. Éste lo recibe y empieza a contar para verificar que nadie falte por pagar. Si se da cuenta que falta dinero, se jode la baina. Repito: si falta dinero, se jode la baina.

Consejo: Algo que resulta es coordinarse con las personas que están sentadas en tu fila y hacer un solo pago. Se recauda el dinero y se pasa hacia adelante diciendo: "Éste es el dinero de esta fila." Además, para evitar situaciones incómodas y largas esperas, trata de andar siempre con menudo.

Les pongo de nombre clave "voladoras.rar" debido a que cuando subo a ellas en el sitio de donde salen se encuentra un pana cuya labor es cerciorarse de que no se desperdicie el más mínimo espacio. Sí, como lo leen, su labor es comprimirnos de la manera más fría y despiadada para sacarnos el efectivo. Él solo conoce una comodidad: la suya. No cree en la comodidad del pasajero. Recuerden no mirarlo a los ojos si se encuentran con él.


LA OMSA ( NOMBRE CLAVE: QUÍTATEQUEVOYPORÁI' )

"Señores, no se apresuren, que la próxima OMSA pasa en otra media hora más."

Bueno, mi gente... ¿qué les digo? La OMSA durante un tiempo fue la esperanza de la población, pero esa esperanza se esfumó más rápido que la cordura de Venya Carolina. Es un medio de transporte con mucha más capacidad que las voladoras, suelen tener una ruta más larga y es mucho más barata. Es relativamente un poco más lenta debido a que mueve más peso, pero resuelve. Como todo medio de transporte antes mencionado tiene su debilidad: los asientos. RESULTA Y VIENE AL CASO que si usted no se levanta a la misma hora que el chofer y se monta casi junto con él, usted puede estar destinado a quedarse parado dentro de la OMSA porque no habrán asientos disponibles hasta que usted se desmonte.

Consejo: Lo mismo que con la voladora, lleve su dinero en menudo, siempre que pueda. Al ser menor el precio que hay que pagar es menos probable encontrar devuelta para billetes grandes. También recomiendo pasarse a la parte de atrás lo más pronto posible. De ese lado hay más espacio y le resultará más fácil desmontarse.

Muchas de las experiencias que la gente cuenta en transporte público ocurren aquí debido a la gran cantidad de personas que se transportan en esta vía al mismo tiempo, y con la tensión que puede provocarse dentro (sea por hedor, calor, bulla...) la gente pierde la paciencia. Y mucho más si está 'jarta' de estar de pie por tanto tiempo 'apeñucao' entre tanta gente.

Consejo: Aquí quería poner otro consejo, pero en la OMSA no hay mucha esperanza que digamos. Mucho menos para las damas, ya que no todos los hombres son lo suficientemente caballerosos para ceder sus asientos. Mujeres, paciencia.


EL METRO ( NOMBRE CLAVE: EL METRO )
Perdón, el juego de Miami vs San Antonio me dejó sin creatividad.

Conductor: "I have no idea what I'm doing."

¡Helo aquí, un Nueva York chiquito! — exclamó nuestro expresidente Leonel Fernández hace un tiempo. Con lo que no contaba es con que realmente todo lo que iba a ser de Nueva York era realmente chiquito. Les apuesto a que no calculó que el metro se iba a llenar de una manera tan estrepitosa, y que cada vez se llena más. El metro a mí personalmente me gusta mucho, es un medio muy rápido y eficiente para transportarse. El problema es lo mucho que se llena, y lo lioso que se vuelve moverse a través de él en este estado. Si a esta altura de juego el metro no se ha dañado... cónchale, al fin se compró algo de calidad.

Consejo: Uno de los principales problemas del metro no tiene que ver con él directamente, sino con sus pasajeros. Cuando las puertas de los vagones se abren hay que dejar salir a los pasajeros antes de que los demás entren, cosa que no se cumple en este país. Marque el ejemplo y muestre que se puede ser civilizado y respetuoso ante las reglas. Espere a que las personas salgan antes de entrar.

Consejo: Lo mejor que hay es no coger presión y subir por las escaleras estáticas. Haces ejercicio y dejas botado a los vagos que usan las escaleras eléctricas. Además, como serás de los primeros en llegar arriba, no tendrás que hacer fila para pasar tu tarjeta metro.

Consejo: No coman paletas o demás dulces en el metro. True Story,

Consejo: Si no sabe mantener el equilibrio en el metro sin sostenerse de algún tubo, no se ponga a privar en lo que no es. Puedo asegurarle que caerse y rodar no es bacano tanto fuera como dentro del metro.


En fin, nuestro sistema de transporte es todo un desastre de grandes proporciones lío, pero uno se acostumbra. Realmente a veces me gusta como es, aunque otras deseara que fuese mucho mejor. Somos un pueblo desordenado, pero que sabemos sacarle lo divertido a los problemas. Quien aprende a manejar aquí puede pilotar cualquier cohete de la NASA. ¡E' MÁ'... EL QUE TIENE TIEMPO MANEJANDO AQUÍ HACE LA MISIÓN DE LA PELÍCULA "ARMAGEDDON" SIN PERDER UN SOLO TRIPULANTE! He dicho, carajo.

GRACIAS POR LEER :) Si crees que se me pasó alguna ventaja del transporte público, alguna desventaja, quieres contar alguna vivencia o comentar sobre la entrada, coméntalo aquí debajo o dale click aquí. 

martes, 18 de junio de 2013

Regla de Oro

"(...) Amarás a tu prójimo como a ti mismo." (Mateo 22:39)

Es la regla de oro del cristiano. Supongo que no hay que ser creyente para comprender el mensaje que en esta cita se encierra. Me gusta pensar en ella y meditarla, ya que no nos hace pensar solamente en cómo tratamos al prójimo, sino también en cómo nos queremos a nosotros mismos. ¿Conocen el dicho que dice "no se puede dar de lo que no se tiene"? Pues puede aplicar para este caso. ¿Cómo podemos amar al otro si no nos amamos a nosotros mismos? O para ser más específico, ¿cómo hacerlo bien?

Me gusta tratar bien al prójimo, hacerlo reír, serle de agrado, entenderlo, compartir con él. No voy a negar que de vez en cuando puedo resultar algo pesado. Soy humano, y si para algo soy perfecto es para cometer errores. Pero he aprendido que con amor, empatía y comunicación las cosas funcionan mejor y los problemas se resuelven más fácil. Quiero amarme y amar a los demás, conocer ese amor que desborda de uno mismo y solo tiene para dar. Quiero conocer ese amor que no se cansa de entregar, ese amor que sana heridas, da aliento, sustento y esperanza.

Amar no es una tarea fácil, y a mí no me gustan ni las cosas difíciles ni las tareas. Pero si algo he aprendido es que las cosas que valen la pena nunca son fáciles de hacer, y amar es una de ellas. Al amar construimos, damos ejemplo, damos bendición, damos luz y esperanza... Damos. El mundo está con los problemas que tiene porque falta amor, y el amor es la solución.

En esta noche oscura en la que nuestra sociedad está sumergida, yo quiero ser la pequeña luciérnaga que con su luz moleste a las tinieblas hasta que se asome el amanecer.

Es cuanto. Dios bendiga.

lunes, 10 de junio de 2013

Partir


Domingo 09 de junio, 1572
A varios kilómetros de  Costa Cosha, El Caribe.

Bitácora del Capitán:

Escribo esto con el corazón hecho un trapo de cubierta.

Marejadas he visto, vientos cambiantes, oleajes que no cesan, tormentas que abaten... pero nada como un atropello al alma. Hace un tiempo mi tripulación y yo desembarcamos en una costa cercana para abastecernos de recursos necesarios para seguir viajando: aceite, alimentos, agua dulce, un poco de ron, pólvora... nada de otro mundo. Pero tuve la suerte de ver algo que sí lo era, algo de otro mundo.

Una linda joven, con sonrisa cautivante y manos de gitana suaves como la seda. En una noche de fiesta en el puerto, mientras todos los demás estaban ocupados en algarabías, desorden y bebidas, yo estaba pasándole una vela para que pudiese verse mejor en el espejo que siempre vendían por la zona, pero nunca se vendió. Ahí fue cuando pude ver el resplandor de sus ojos. Sobra decir que la misión de llenado del barco que debió durar una semana o dos tardó unos cuantos meses. No podía dejar de estar con ella.

Pero mi tripulación esperaba y mi destino estaba claro, y para llegar debía partir del puerto; debía dejarla a ella. El tiempo pasó volando como si hubiese estado bajo los efectos de un sedante, casi todo fue bueno, sus caricias casi tan tiernas como las de una madre; pero no puedo hacerla venir conmigo. Tomé mi sombrero, até mis zapatos, le dí un beso y partí.

Quisiera decir que extraño las fiestas del puerto, pero solo la extraño a ella. Lástima que solo fui uno más para sus manos de seda.

.-Capitán Jorge A.-.

martes, 26 de febrero de 2013

Tomando rumbo.


Lunes 25 de Febrero, 1572
En la costa sur de La Española

Bitácora del Capitán:


Nuevas aventuras esperan a quienes saben esperar por el momento perfecto para tomar rumbo. Las cosas empiezan a ser fluidas nuevamente en el barco, pero desconfío. Todo buen marino sabe que las tormentas más grandes empiezan con los vientos más suaves y aprovechables. Tomaré las precauciones de lugar y me sumaré a los cambios de clima.

Los mares que estoy surcando no son de tomar a la ligera. Todo el que ha puesto los dedos de sus pies en una playa ha escuchado historias de barcos que se distraen en estas aguas, llegando estas tripulaciones a tierra firme locos de atar, habiendo olvidado a sus conocidos y personas allegadas. No se sabe con certeza por qué suceden estos casos, los cuales no son muy frecuentes, pero aun así la mayoría llega a recuperarse al cabo de poco tiempo. Aunque no puedo hablar por unos pocos cuyos daños ya son permanentes. Hay que seguir.

La noche de hoy mis almirantes se reunieron conmigo en una asamblea de emergencia debido al mal manejo que tuve del barco en la tormenta anterior. No hubo pérdidas de tripulación ni de cañones, pero aun así el manejo fue atroz. No estoy tomando las decisiones correctas y me estoy enfocando en peligros que no son los más relevantes a la hora de evitar ser arrastrado por las olas. Recomiendan que mientras no me sienta en condiciones de volver a tomar el timón, le deje el control al Segundo al Mando. Es una decisión dura, pero debo acogerla porque es lo mejor para todos.

Por ahora lo mejor será despejar mi mente, meditar y alejarme un poco de los afanes de alta mar. De mí depende que este barco llegue seguro y entero al puerto, así que debo evaluarme bien a mí mismo. Por mí y por mi tripulación.


.-Capitán Jorge A.-.

jueves, 7 de febrero de 2013

El barco no se ha hundido.

Jueves 07 de Febrero, 1572
A varios 64 km del asentamiento español en La Española

Bitácora del Capitán:

Estos últimos días de navegación me han servido mucho para meditar. Mientras el barco sigue su curso y el oleaje cambia su estado (a veces manso y a veces turbulento), me voy conociendo más a mí mismo. Me doy cuenta que he cambiado, y eso me alegra.


Claro está, todavía hay muchas cosas por trabajar. Todavía no domino completamente el arte de timonear mi barco, no alzo las velas a tiempo, debo seguir surcando mares, conseguir más tripulación, debo aprender a luchar mejor contra las embestidas que dan las tormentas, debo conseguir mejores cañones... Todos estos son trabajos que debo hacer solo, porque es mi deber.

Las últimas tormentas, aunque furiosas desataron su ira sobre mí, fueron buenas maestras. Me enseñaron a mantener el control sobre mí mismo, a pensar con la cabeza fría, a saber perder... Sí, a saber perder, porque he perdido. En medio de tormentas me he visto en la obligación de cambiar el rumbo del barco, porque si luchaba contra la marea el que perdería soy yo. Es sabio reconocer qué batallas no se pueden ganar. He tenido que desviar rumbos y dejar de llegar a costas deseadas por mantener el buen estado del barco.

Pero aquí estoy dentro de mi barco, el cual sigue navegando, el cual no se ha hundido. Tormentas van, tormentas vienen, pero de seguir navegando se trata el ser un marino. Quiero llegar a una costa, pero no vale la pena luchar contra tempestades para llegar más rápido, mejor disfrutaré de una ruta larga y segura. Después de todo, necesito estar conmigo mismo un rato más antes de meterme en los afanes del puerto.

.-Capitán Jorge A.-.