sábado, 28 de septiembre de 2013

Canción: Amor de Conuco

—Dime si me va' quere', soy hombre de poco habla', Consuelo. No tengo na' que ofrecé': un conuco, un gallo y un lucero; y la Luna en la mañana que entra por mi ventana, cielo; y lo' río' y la montaña y el viento que peina tu pelo... Yo quisiera ofrece'te el mundo y no puedo.

—Na' me tiene' que ofrece', tú mirada e' lo único que quiero. Dormiremo' cuando el día se acue'te encima del potrero. Y lo' grillo' harán su canto, entre yerba y pasto soñaremos. Y de tanto amor tu cuerpo hará de mi vientre lo que espero... un retrato de tu cariño. Te quiero.

Juan Luis Guerra y 440 - Amor de Conuco

La nueva sensación: Francesca

"¡Ánimo, ánimo, ánimo!"

Advertencia: Esta entrada puede contener mucha deficiencia de ánimo.

Estamos ante un gran acontecimiento en el mundo de la música, y más aún en las redes, en donde nos han saturado hasta el colmo con videos y bromas de la nueva sensación de la bachata: Francesca, La Voz del Futuro.

Es increíble, y en serio escribo increíble, los montones de chistes, respuestas, burlas y críticas a esta chica que quiere insertarse en el mercado de la música, o cumplir su sueño de ser una cantante. Claro está, el video no cuenta con la suficiente profesionalidad para ser viralizada de la manera en que se está haciendo, además de que la letra es... bueno, no muy afín al género en verdad.

Pero pensemos un momento en lo que estamos haciendo: estamos cometiendo un verdadero acto de abuso, puro y genuino. Esa misma cosa que en EE. UU. denominan bullying. A muy pocas personas les interesa saber que Francesca es una niña de 13 años, que sabe tocar la guitarra y quiere ser cantante. Que es hija de un padre italiano y una madre dominicana, y que desea ser artista. Muy chulo cuando vemos el video y oímos la canción y nos burlamos, ¿pero nos cuestionamos por dicha acción? ¿Acaso eso nos hace mejores personas?

A mí, personalmente, no me gustó el video y la letra no es algo que valga la pena incluir en una bachata (conste, que Francesca tiene otra bachata llamada Luna que sí es mucho más pasable). Pero no es razón suficiente —y dudo que hayan siquiera— para que ella sea víctima de burlas, amenazas y comentarios degradantes y ofensivos. Digo yo... dudo que haya sido ella la que filmó, editó, realizó contactos, consiguió equipo, etc., para realizar toda esa producción. Nos hemos convertido en cazadores, en vez de correctores. Cuando algo no está bien, ¿debemos corregir o aplicar la burla?

El dominicano, de por sí, tiene la capacidad de tomar todo lo que acontece a su alrededor y transformarlo en comedia para aliviar la carga que lleva consigo y que llevan también los demás. Es parte de lo que somos y de lo que nos hace alegres. Pero esta definitivamente no es la forma. Si alguien debería ser motivo de crítica son los realizadores del video, y tal vez ni así.

No está mal que se bromee con eso, pero de ahí a destruirle sus esperanzas a una niña puede haber una fina línea.

¿Quién sabe si sus padres están haciendo todo lo que está a su alcance para hacer realidad el sueño de su hija? ¿Quién sabe si las cosas no resultaron como ellos realmente esperaban? ¿Alguna vez se han pensado eso?

Situaciones como estas me hacen recordar lo detestable que es la burla. Si creen que con canciones como esa no progresamos, dudo mucho más que con estas actitudes podamos avanzar más.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Lo que pensará de él

Ya pasó. Lo hecho, hecho está.
Lo malo no era que el hecho no podía cambiar,
sino que lo que ella pensara de él, sí.

No cambió su mirar, ni su sonrisa.
No cambió su humor ni sus caricias.
¿Cambió su querer, cambió su parecer?
¿Él solo tropezó, o lo echó todo a perder?

Sus besos decían que no,
sus manos insinuaban que todo seguía igual.
Él sabe que él cambió.
Pero no era su intención.
Tal vez parcial, pero no total.
Ni modo, cualquiera puede fallar.
Cualquiera puede tropezar.
No es tan sencillo querer amar.
Mucho menos si las cosas pueden salir mal.

Él sabe que no es fácil seguir siendo un niño.
Un niño ante sus ojos.
Un niño bueno.
Solo quiere saber si ella lo sabe.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Lo que esperan

¿Qué espera el mundo de mí?

Espera que "sea alguien en la vida", aunque su definición de "ser alguien" se limita al afán y la constante competencia, a veces despiadada, de hacer cosas para yo tener más y el otro menos. Ser alguien a costa de que el otro no lo sea. Espera que sea esclavo del sistema y me insensibilice con todas las desgracias que ocurren hoy día. Más cosas malas que buenas nos son bombardeadas, sin darle oportunidad a la esperanza para que pueda nutrirse.

Espera que no pierda mi tiempo llenando páginas en mi diario con las experiencias buenas y malas que me moldean y me enseñan cada día, sino que me ofusque y me estrese por llenar mi Currículum hasta más no poder... literalmente. "Porque no podemos quedarnos detrás." Porque no queremos ser pisoteados y comandados por aquellos que una vez fueron nuestros compañeros de clase, nuestros amigos, nuestros hermanos. Porque debemos estar al tope, en la cima, por encima de todos. Nos hacen depredadores de nuestra propia raza. Como dice Juan Luís Guerra en su canción Rompiendo Fuentes: "En un mundo donde los vivos son sobrevivientes."

Espera que tenga enemigos, que me meta en la cabeza que no puedo ser amigo de todo el mundo. Y aunque fuese cierto, ¿por qué no tratar? No tengo que negarme a mí mismo para lograrlo. Espera que busque mi bienestar personal por encima del bienestar común, cegándone y no permitiéndone ver que el bienestar común es, en sí, para mi bienestar personal.

Espera que desprecie al que tengo enfrente para sentirme bien conmigo mismo o para encajar y sentirme perteneciente de un círculo. Usar uno de los artes más antiguos de la humanidad: el arte de rebajar al otro para sentirme por encima de él. "No mejores tu forma de pensar o sentir, mejor mejora tu crítica o tu burla." Discriminar al hombre de raza negra y creerlo inferior, o rechazar al blanco porque no podemos perdonar lo que su raza ha cometido antes. Alejar al pobre porque hay un sinnúmero de prejuicios alrededor del no pudiente, o tildar al opuesto de ladrón y corrupto, pudiendo éste ser honesto y merecedor del pan que recibe cada día. Rechazar, insultar y burlarse de la creencia del prójimo, ignorando que eso es parte de lo que es, o sellar la frente del no creyente y sentenciarlo eternamente, sin potestad alguna.

Espera que absorba todo lo que tiene para ofrecer. Espera que me llene de la basura que tienen para ofrecer los medios televisivos. Espera que siga tendencias sin sentido que pintan ser lo bueno y grato de la vida, siendo éstas, de forma invisible, las razones por la cual muchas veces se termina más deprisa. Comer hasta más no poder, la necesidad de que todo sea "para ayer", las borracheras, insertar sustancias dañinas a mi cuerpo, dormir poco o a deshora, gozar sin cesar, el último grito de la moda (el cual, lamentablemente, nunca es el último), las tecnologías de punta (los cuales hoy día buscan hacerte comprar lo que no necesitas), entre otras cosas. Llenarme de vacíos.

Claro, no todo en el mundo es malo, pero esto es lo que veo a diario. Es lo que vivo a diario.

¿Qué espera Dios de mí?

Que lo ame, y ame al prójimo como a mí mismo.

Que si tropiezo y caigo, me levante. Y que no lo piense dos veces en ayudar al que también cayó. Que crea en la justicia y la esperanza. Que no tema, sino que me esfuerce y sea valiente. Que haga lo bueno, y si alguien nos hace mal y se arrepiente, perdonemos. Ser mejor cada día. Es todo.

Todos tenemos defectos, pero también virtudes, y entre ellas está la capacidad de amar. Ame al que está a su lado, o al menos quiéralo y entiéndalo, y si todos hacemos eso las cosas cambiarán a mejor.
Un abrazo.