jueves, 19 de septiembre de 2013

Lo que esperan

¿Qué espera el mundo de mí?

Espera que "sea alguien en la vida", aunque su definición de "ser alguien" se limita al afán y la constante competencia, a veces despiadada, de hacer cosas para yo tener más y el otro menos. Ser alguien a costa de que el otro no lo sea. Espera que sea esclavo del sistema y me insensibilice con todas las desgracias que ocurren hoy día. Más cosas malas que buenas nos son bombardeadas, sin darle oportunidad a la esperanza para que pueda nutrirse.

Espera que no pierda mi tiempo llenando páginas en mi diario con las experiencias buenas y malas que me moldean y me enseñan cada día, sino que me ofusque y me estrese por llenar mi Currículum hasta más no poder... literalmente. "Porque no podemos quedarnos detrás." Porque no queremos ser pisoteados y comandados por aquellos que una vez fueron nuestros compañeros de clase, nuestros amigos, nuestros hermanos. Porque debemos estar al tope, en la cima, por encima de todos. Nos hacen depredadores de nuestra propia raza. Como dice Juan Luís Guerra en su canción Rompiendo Fuentes: "En un mundo donde los vivos son sobrevivientes."

Espera que tenga enemigos, que me meta en la cabeza que no puedo ser amigo de todo el mundo. Y aunque fuese cierto, ¿por qué no tratar? No tengo que negarme a mí mismo para lograrlo. Espera que busque mi bienestar personal por encima del bienestar común, cegándone y no permitiéndone ver que el bienestar común es, en sí, para mi bienestar personal.

Espera que desprecie al que tengo enfrente para sentirme bien conmigo mismo o para encajar y sentirme perteneciente de un círculo. Usar uno de los artes más antiguos de la humanidad: el arte de rebajar al otro para sentirme por encima de él. "No mejores tu forma de pensar o sentir, mejor mejora tu crítica o tu burla." Discriminar al hombre de raza negra y creerlo inferior, o rechazar al blanco porque no podemos perdonar lo que su raza ha cometido antes. Alejar al pobre porque hay un sinnúmero de prejuicios alrededor del no pudiente, o tildar al opuesto de ladrón y corrupto, pudiendo éste ser honesto y merecedor del pan que recibe cada día. Rechazar, insultar y burlarse de la creencia del prójimo, ignorando que eso es parte de lo que es, o sellar la frente del no creyente y sentenciarlo eternamente, sin potestad alguna.

Espera que absorba todo lo que tiene para ofrecer. Espera que me llene de la basura que tienen para ofrecer los medios televisivos. Espera que siga tendencias sin sentido que pintan ser lo bueno y grato de la vida, siendo éstas, de forma invisible, las razones por la cual muchas veces se termina más deprisa. Comer hasta más no poder, la necesidad de que todo sea "para ayer", las borracheras, insertar sustancias dañinas a mi cuerpo, dormir poco o a deshora, gozar sin cesar, el último grito de la moda (el cual, lamentablemente, nunca es el último), las tecnologías de punta (los cuales hoy día buscan hacerte comprar lo que no necesitas), entre otras cosas. Llenarme de vacíos.

Claro, no todo en el mundo es malo, pero esto es lo que veo a diario. Es lo que vivo a diario.

¿Qué espera Dios de mí?

Que lo ame, y ame al prójimo como a mí mismo.

Que si tropiezo y caigo, me levante. Y que no lo piense dos veces en ayudar al que también cayó. Que crea en la justicia y la esperanza. Que no tema, sino que me esfuerce y sea valiente. Que haga lo bueno, y si alguien nos hace mal y se arrepiente, perdonemos. Ser mejor cada día. Es todo.

Todos tenemos defectos, pero también virtudes, y entre ellas está la capacidad de amar. Ame al que está a su lado, o al menos quiéralo y entiéndalo, y si todos hacemos eso las cosas cambiarán a mejor.
Un abrazo.

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