Al final la verdad, única amiga del tiempo. Única, porque es la única capaz de seguir su paso, y nunca perecer ante éste.
Hasta el tiempo no podría soportar una eternidad en soledad, caminando sola y dejándolo todo atrás.
Tiempo y verdad caminan juntas porque tienen un mismo fin, una misma meta, una misma dirección.
Siguen andando de la mano porque nunca tuvieron que tomar direcciones opuestas. Y ahí van, de camino a la eternidad.
Mientras tanto yo, que no los tengo totalmente a ninguno de los dos, solo puedo andar tras ellos y aprender de su ejemplo en mi propio caminar.
Y debo decir, con un poco de celos en mis palabras, que la verdad y el tiempo hacen una muy bonita pareja.
Mientras tanto yo, que no los tengo totalmente a ninguno de los dos, solo puedo andar tras ellos y aprender de su ejemplo en mi propio caminar.
Y debo decir, con un poco de celos en mis palabras, que la verdad y el tiempo hacen una muy bonita pareja.
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