martes, 12 de noviembre de 2013

Islas Canarias

Martes 12 de noviembre, 1572
Islas Canarias, Océano Atlántico

Bitácora del Capitán:

Después de un largo trayecto por fin hemos llegado a las Islas Canarias, específicamente a la isla La Palma. He venido a varias veces, pero sorprendentemente en esta ocasión se me ha hecho difícil llegar. No puedo culpar a las mareas, ya que han estado comportándose normalmente durante todo el viaje. Algo anda mal. Lo sé porque soy marino y mi vida está en el mar.

El cargamento que estamos llevando a España se mantiene en buenas condiciones ya que le estamos dando buenos cuidados. Las frutas de La Española son bastante buenas, y tienen unos tubérculos que me fascinan. Ya era hora de que España pudiese suplirse de algo que valga la pena. Lástima que eso cueste la sangre y el trabajo de tantos inocentes esclavos. Creo que soy uno de los únicos capitanes que no acepta la trata de esclavos en su navío, y me siento muy orgulloso de ello.
... solo espero que no nos apresen por presunta "rebeldía".

Tardaremos unos pocos días mientras nos damos un último abastecimiento de provisiones para el viaje de vuelta a España. Aprovecharé para salir y saludar a un viejo amigo, Jaques Damián Estévez. Es español, pero tiene un nombre francés porque su padre admira mucho a su país vecino, Francia. Es un obsesionado con su cultura y su historia, más que con la de su propio país. A lo mejor fue por esa razón que aprovechó las ganancias que había acumulado su familia con la caña de azúcar muchos años atrás y se dedicó a la producción de vino, el cual Francia produce con bastante calidad.

Cada vez que voy Jaques me recibe, me da hospedaje y me regala siempre varias botellas de sus mejores cosechas. Siempre las acepto pero tengo cuidado con ellas, soy muy débil contra el vino y me alcoholizo deprisa. Pero no llego nunca con las manos vacías. En esta ocasión le traigo varias plantas de yuca que me traje de La Española. Tiene que ser un fruto muy exótico aquí, y le alegrará mucho ser capaz de poderlo seguir produciendo él mismo. Quisiera poderlo traer en uno de mis largos viajes, los cuales estoy seguro que con su presencia serán, a mi percepción, bastante cortos.

¡Pero venga...! Ya he llenado esta bitácora de guarradas. Ya es tiempo de desembarcar y buscar esas plantas que le llevaré a Jaques. Tengo unos guantes de seda por ahí guardados también, pero dudo que pueda darlos a cierta gitana. Casi ninguna abandona sus tierras para adentrarse al mar. Lástima que yo pertenezca al agua salada.

.-Capitán Jorge A.-.

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