Soy sólo un humilde capitán que debe lidiar con sus anclas para seguir navegando.
Como Sansón desperfecto,
pero consciente,
he de cortar mis cabellos.
No para ser más débil hoy,
sino para ser más fuerte mañana.
Que sea lo que Dios quiera.
Mis rizos con el nombre de Dalila deben perecer.